Existen tantas definiciones sobre el Taijiquan (Tai Chi Chuan) como grupos e incluso practicantes. Nosotros nos quedamos con una definición muy genérica y a la vez precisa.

*Nota: Taijiquan o Tai Chi Chuan, son términos que hacen referencia al mismo arte y de hecho, se pronuncian igual. El segundo término hace referencia a la transcripción fonética en español y el primero a la transcripción utilizando Pinyin.

El pīnyīn, es un sistema de transcripción fonética del chino mandarín y está reconocido oficialmente en la República Popular China. Cambia el uso de los caracteres tradicionales chinos de conceptual a fonético. Esto es, se usa la escritura latina para transcribir fonéticamente las 415 sílabas del idioma chino. En 1979 la ISO adoptó el pinyin como el sistema de romanización estándar del chino.


El Taijiquan es un arte marcial, que busca obtener tres objetivos o logros generales:

  1. Salud
  2. Longevidad Funcional
  3. Habilidad Marcial

El Taijiquan está formado por una serie de estilos familiares (Chen, Yang, Wu, Hao, Sun…), sus diferentes variantes cuando las hay (Xinjia, Laojia, Chen Panlin, Zhengmanqing…) y estilos de reciente creación, fundamentalmente dirigidos a la actividad deportiva, principalmente el estilo “Continental” o “Moderno” con las formas de 24, 48, etc.

En la Escuela Liu Zhenyuan, estamos interesados en el Taijiquan siempre desde la premisa de los tres logros antes citados. Seguimos esa linea “tradicional”, que se muestra más en un modo de entrenar y de entender el arte, que no en la “edad” de sus formas.

Técnicamente, practicamos el estilo Yang, aunque existen importantes influencias del estilo de Chen Pan Lin (aplicaciones y métodos de Tuishou) y del estilo Chen (métodos de entrenamiento de la fuerza espiral o Chansejing),

El Taijiquan fue creado por y para luchadores y aunque sus dos primeros objetivos se pueden alcanzar por otras vías, es precisamente su carácter marcial el que determina los métodos de práctica que lo caracterizan. De forma ideal, buscamos un arte marcial eficiente, que a su vez, nos mantenga sanos, cuya práctica no resulte lesiva con el tiempo, y que además, no dependa de un modo esencial de factores que vienen determinados por la edad (fuerza, velocidad, agilidad), sino de otras que se puedan desarrollar a pesar de ésta, como la conexión corporal, la sensibilidad y la coordinación.

Es la suma de todos estos condicionantes lo que conforma la propia estructura del sistema. Y sea cual sea el logro obtenido, ha de poder expresarse en estas tres variantes, de tal manera que mejore nuestra salud/estado de forma, no esté condicionado por la edad y tenga traducción o efecto en nuestra habilidad marcial.


¿POR QUÉ PRACTICAR TAIJIQUAN?

La primera razón debería ser ¡por que nos gusta!. Mucho más allá de sus objetivos, de su estética o cualquier otro factor, es imprescindible que su práctica nos resulte agradable, porque aunque visto desde fuera parece una actividad “fácil y poco exigente”, la realidad es totalmente diferente. Tanto que si no disfrutas realmente con su práctica tras unos meses de prueba, lo mejor es cambiar de escuela o incluso de actividad.

Todo arte que se precie, ofrece resultados a corto, medio y largo plazo. Conseguirlos depende pues del factor tiempo de práctica, pero también de si los métodos de entrenamiento son adecuados, los entendemos correctamente y los utilizamos de modo adecuado. Cuando se habla de Taijiquan, es tristemente frecuente observar que se habla mucho de logros a largo y muy largo plazo, pero es raro que se muestren logros a corto y medio plazo que se supone deberían estar más que consolidados en quien hace referencia a otros más lejanos en el tiempo.

Como sistema de movimiento el Taijiquan, implica el uso de ciertas mecánicas de movimiento y sobre todo de ciertas coordinaciones de índole neuromuscular, diferentes de las que solemos usar de modo innato. Es en esta linea que se centra el entrenamiento general del arte y que explica y justifica sus peculiares métodos de práctica. Si nuestra práctica es correcta, debemos empezar a sentir en poco tiempo, en semanas, como nuestro cuerpo se vigoriza y empieza a adquirir cierto grado de conexión. Ésto se traduce en una mayor eficiencia del movimiento, mas “fuerza efectiva”, mayor vitalidad y la adquisición inmediata de ciertas habilidades a un nivel básico. Si pasadas unas semanas de práctica,no se incrementa tu habilidad para “enraizar” o mantener una postura sólida y relajada frente a empujes exteriores, si no empiezas a ser capaz de moverte de forma conectada en tus ejercicios, si no te encuentras más vital, es que algo falla.

En los niveles intermedios, logrados generalmente a partir del 2º o 3º año, implican el ser capaz de usar eficientemente esas nuevas habilidades en entornos “controlados”. Puesto que hablamos de una forma diferente de usar nuestro sistema neuromuscular a la hora de interactuar con el medio, enfatizando el uso del cuerpo conectado y coordinado, sin rigidez pero si con “poder”, hay que hacer un esfuerzo de atención y voluntad bastante importante para movernos así, en contra del modo en el que nuestro cuerpo tiende a hacerlo, usando fuerza fragmentada y “tensa”.

En este nivel se ha de poder emplear de forma voluntaria, siempre que te lo propongas, una vez eliminado el “factor sorpresa” que activa los reflejos involuntarios, siendo capaz de demostrar habilidades corporales bastante por encima de la media. También implica considerables niveles de resistencia del cuerpo y mente frente a agentes externos como frío, calor, hambre, cansancio, dolor, sueño, sed, hambre, etc.

En los niveles más altos, hay que haber conseguido modificar por completo nuestros reflejos automáticos, de modo que no exista tendencia a usar el cuerpo de modo tenso, rígido y desconectado, actuando de forma conectada, libre y relajada, en cualquier situación y momento. Este logro, el de modificar nuestro sistema neuromuscular a ese nivel, lo podemos considerar como la meta respecto de uso del cuerpo y es evidentemente el más difícil de conseguir y el que SÍ PRECISA DE UN MUY LARGO E INTENSO PROCESO DE TRABAJO. Quienes alcanzan este grado de pericia, se mueven siempre de un modo conectado y libre de tensiones sin importar las circunstancias, demostrando capacidades sorprendentes.


SUS MÉTODOS:

Aunque el Taijiquan es conocido sobre todo por la practica de formas, de modo lento, pausado y tranquilo, éste no es más que un modo de práctica entre muchos. El sistema incluye métodos de trabajo en solitario (Qigong, Jibengong, Formas…), métodos con compañeros (Tuishou, Sanshou, Talü, aplicaciones pautadas y libres…) y trabajos realizados con y sin movimiento externo evidente, tanto a velocidad lenta como rápida.

Todos estos métodos tienen por objeto forjar un cuerpo conectado que nos permita alcanzar los distintos logros a los que aspira el sistema, siendo la práctica de formas, uno de ellos, posiblemente de los más complicados y difíciles, por lo que aunque es un elemento muy importante de práctica, no es el aspecto fundamental de práctica, sobre todo en niveles iniciales e intermedios, lo que contrasta fuertemente con la imagen usual de grupos repitiendo mecánicamente una secuencia de forma lenta. Por contra, el grueso de la práctica se compone de entrenamiento en solitario de Qigong y posturas fijas, practica de secuencias cortas y entrenamiento por parejas para comprobar y modular la práctica del entrenamiento en solitario.


LOGROS DEL TAIJIQUAN:

La práctica correcta del Taijiquan proporciona unos altos niveles de vitalidad, conexión corporal. Nos hace resistentes a las enfermedades comunes, como resfriados y gripes, y no resulta lesivo ni a corto ni a largo plazo. Sus efectos son permanentes en el tiempo, a condición de mantener una práctica constante y no se ven afectados negativamente con la edad.

Como arte marcial, el Taijiquan es un sofisticado sistema, que incluye métodos de golpeo con todo el cuerpo, proyecciones, luxaciones y controles entre otras. El enfoque en nuestra escuela respecto al trabajo marcial es doble. Por un lado, es un modo de poner a prueba nuestras habilidades corporales desarrolladas con el entrenamiento en solitario y comprobar si nuestro entendimiento de los principios generales es correcto. Por otra parte, buscamos una capacidad de defensa personal efectiva. Esto pasa tanto por conocer sus técnicas y usarlas, como por acondicionar el cuerpo para que realmente sea funcional en el aspecto marcial.